​La escuela y el caos.

​

La ciencia entiende el orden de manera opuesta a la incertidumbre, su objetivo es  aportar certezas, verdades. Sin embargo en la postmodernidad la certidumbre ha perdido su valor, la teoría del caos hace de la complejidad, del desorden, de la entropía sus escenarios de fundamentación. La naturaleza es irregular, discontinua, de la misma manera que el cerebro es un sistema inestable que consigue y logra la formación de nuevos órdenes al igual que las situaciones caóticas. La teoría del caos es una teoría para el aprendizaje complejo y para enseñar desde la complejidad y es el sujeto el que ordena el conocimiento adquirido.

​

La teoría del caos abre las puertas a la comprensión de la educación como cambio permanente, proceso continuo de innovación, tal como demanda una sociedad tecnológica asentada en los mismos procesos de cambio y que solicita de la escuela esa capacidad de formar para el cambio. El cambio en la sociedad está tan instalado que la única respuesta es educar para la incertidumbre y en esta educación, la virtualidad y la creatividad son necesarias para la formación en lo imprevisible, aleatorio, lo complejo

​

​